viernes, 15 de agosto de 2008

Impotencia.

En los últimos días, hemos asistido a un suceso subrealista, que no puede volver a repetirse.

Un animal que anda a dos patas y dice llamarse hombre, agrede impunemente a una mujer a las puertas de un hotel en Majadahonda. En ese momento, un ciudadano anónimo que pasa por el lugar, le reprende y decide llamar a las fuerzas de orden publico, para que detenga a este desecho de la sociedad. Ante la amenaza, dicho individuo, por llamarlo de alguna manera, agrede a este hombre por la espalda y a traición.

Todo lo relatado anteriormente, entra dentro de la lógica del animal en cuestión, ya que no entiende otra forma de expresar sus convicciones. Lo que sucede a continuación, con las distintas visitas a los hospitales y la posterior entrada en coma del Señor Neira, es otro suceso que no tiene nada que ver con la agresión, pero igualmente despreciable. Un servicio de Salud, esta para velar por la salud de los ciudadanos, y se debe de investigar hasta sus ultimas consecuencias.

Pero lo que mas me llama la atención, me produce un profundo desprecio y me lleva a escribir estas lineas, es la actitud de la mujer agredida.

Actitudes como la de esta persona, que defiende al agresor y afirma que no hubiera pasado nada de todo lo anteriormente expuesto, si el Señor Neira no hubiera actuado, son las que hacen mucho daño a las mujeres.
Debemos concienciar a las mujeres, que la única forma de luchar contra el maltrato y contra los maltratadores, es denunciandolos y alejándolos de la sociedad que los desprecia.

Decir que este personaje es una buena persona, no habla en favor de quien hace estas declaraciones, cuando después de agredir a una mujer, agrede por la espalda y continua luego en el suelo agrediendo a quien ha intentado defenderla. Solo podemos esperar, que todo le peso de la ley, caiga sobre este maltratador.

Un saludo.